
Está formada por 33 "huesecitos" llamados vértebras. Como podemos observar en la imagen, se divide en 5 regiones: 7 vértebras cervicales que forman el cuello y sujetan la cabeza; 12 torácicas que comprenden la porción del tórax y que se articulan con las 12 costillas; 5 lumbares; 5 sacras fusionadas; y 4 coxígeas, también fusionadas. Hay estudios que consideran este último grupo, el de las vértebras coxígeas, como una única vértebra.
Entre cada vértebra tenemos unos "amortiguadores", llamados discos intervertebrales. Cada uno de ellos está formado por un núcleo pulposo y éste, a su vez, está rodeado de un anillo fibroso. Su función es la de absorber los impactos producidos al caminar, correr, saltar y permitirnos la flexión y la extensión del tronco.

Durante el día sólo el hecho estar de pie o de caminar hace que los discos se compriman. Como dato curioso decir que el núcleo pulposo se nutre y recupera el agua perdida durante el día cuando la carga vertical desaparece, es decir, mientras dormimos. Por lo tanto una persona podrá medir hasta un par de centímetros más si lo hace nada más levantarse que si lo hace a lo largo del día.
No hay tratamiento médico ni quirúrgico para una protrusión. Lo único que tendríamos que hacer y nos resultaría altamente beneficioso sería reforzar la musculatura lumbo-abdominal, mediante cualquier ejercicio aeróbico, siempre y cuando no afecte la zona. La natación o hacer ejercicios moderados, especialmente de estiramiento, serían buenas opciones.
Si no reforzamos toda esa zona, esa protrusión se convierte en una hernia. Es entonces cuando se necesitaría tratamiento quirúrgico.
Os dejo un vídeo dónde podréis encontrar una serie de ejercicios para ejercitar toda esta zona.
En futuros posts profundizaré más acerca de las curvaturas que puede adoptar nuestra columna. También publicaré unos ejemplos de ejercicios para reeducar malos hábitos posturales.
Hasta el próximo post!!!
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